Maria Lúcia Da Silva escribe sobre la oportunidad de poder hablar de seguridad y cuidado entre activistas, en un espacio de intercambio junto a representantes del movimiento feminista en América Latina, especialmente, en el momento en el que nuestra articulación a nivel regional es clave para la construcción de estrategias que favorezcan la garantía de los derechos conquistados por las mujeres a través de grandes luchas.
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