El cuidado en el centro es nuestra apuesta ético-política, una mirada que seguimos construyendo y nutriendo de manera interna y desde el acompañamiento a los movimientos de la región. A partir de reflexiones colectivas, entendemos que el cuidado es un proceso constante con diferentes significados y que se nutre de diversos aprendizajes y visiones de mundo.
La incertidumbre y la crisis global desatada en 2020, nos hicieron re-pensar, re-conocer y re-considerar estos aprendizajes sobre el cuidado. Desde el programa de Apoyos de Respuesta Rápida, además de apoyar la sostenibilidad de los movimientos, queremos acompañar los procesos de cuidado colectivo.
En 2021, con la intención de escuchar a activistas, personas defensoras y feministas, llevamos a cabo encuentros virtuales sobre las estrategias de protección y cuidado que desarrollaron frente al confinamiento, y la crisis social y de salud, llevamos a estos encuentros para profundizar y ampliar nuestras reflexiones de cuidado. Logramos tener espacios con integrantes de 16 organizaciones de Brasil, Colombia, México, Perú, Guatemala, Honduras, Argentina, Chile, Nicaragua y Costa Rica
Con estas reflexiones pudimos observar cómo a pesar de sentir miedo, desconfianza o frustración, en toda la región, las mujeres, personas trans, no binarias y disidentes de género también encontraron en la crisis la posibilidad de acuerpamiento y creación colectiva, muchas de ellas re-descubrieron nuevas formas de respirar, de conectar con el cuerpo y con la vida.
Estos encuentros nos dejaron grandes aprendizajes, gracias a las colectivas ahora sabemos que en momentos de urgencia no se trata solo de sobrevivir, pues es necesario dimensionar la particularidad de las afecciones psico-emocionales en los procesos de defensa de la vida.
Durante la pandemia para las colectivas fue importante motivar la creación de otras formas de comunicación y acompañamiento. El aislamiento social puso en evidencia la necesidad de repensar las estrategias de comunicación más allá de lo digital, y encontrar diferentes medios para producir prácticas de protección y acompañamiento.
En este tiempo fue importante para sostener el cuidado propio y el de otras poder recurrir a los conocimientos y la sabiduría tradicionales y ancestrales. Y no olvidarnos de que en momentos de crisis sigue siendo necesario también intencionar la alegría y el disfrute.
Las experiencias y reflexiones compartidas en estos momentos fueron documentadas en esta memoria gráfica.
